El partido en el poder en Guinea Ecuatorial ha expulsado a 42 de sus militantes, entre ellos antiguos altos cargos del régimen, por su supuesta participación en un golpe de Estado que Malabo afirma haber desbaratado a finales de 2017, ha sabido AFP de fuentes de ese partido.
» El Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE) ha decidido la expulsión definitiva de sus hermanos militantes por su participación en el intento de (…) desestabilización de Guinea Ecuatorial, vanamente perpetrado el 24 de diciembre de 2017, con el patrocinio de un grupo de terroristas y de mercenarios», según una resolución del PDGE tomada el viernes al final de la reunión de un consejo de disciplina del partido.
Entre las personalidades expulsadas del PDGE, figuran el antiguo embajador de Guinea Ecuatorial en Chad, Enrique Nse Anguesomo, el exdirector de la Seguridad del presidente Teodoro Obiang Nguema, Julian Ondo Nkumu, el antiguo juez del tribunal de Bata, Ruben Clemente Engonga Nguema, así como el juez Martin Obiang y el hijo del ministro del Interior Clemente Engonga Nguema Onguene.
¿ Un proceso en febrero de 2019?
El segundo partido de la oposición ecuatoguineana, Convergencia para la Democracia Social (CPDS), recuerda en un comunicado haber anunciado en marzo que la tentativa de golpe de Estado había sido organizada en el seno del PDGE, lo que «confirma y justifica el descontento generalizado» con respecto a » la mala política del régimen de Obiang «.
A principios de enero, Malabo anunció, sin embargo, haber desbaratado un «golpe de Estado» y la detención de una treintena de hombres armados chadianos, centroafricanos y sudaneses en Camerún dónde continúan detenidos. El ministro de la Seguridad, Nicolas Obama Nchama, afirmó entonces en un comunicado que los mercenarios detenidos estaban en contacto «con ecuatoguineanos militantes de algunos partidos de la oposición radical con el apoyo de algunas potencias» extranjeras.
El proceso por este intento de golpe de Estado podría celebrarse en el próximo mes de febrero de 2019, según fuentes próximas del poder en Malabo. Sin embargo, las negociaciones para la extradición de los mercenarios extranjeros detenidos y mantenidos en prisión en Camerún tardan mucho en acabar.
