Los ciento treinta y cinco detenidos en Evinayong no tienen autorizada la visita de familiares. La defensa de estos detenidos nos cita el caso concreto de la madre de uno de ellos que se trasladó el fin de semana a Evinayong en la creencia de que el sábado y el domingo estaban autorizadas las visitas. No pudo ver a su hijo y se le indicó que no se habían dado instrucciones a los cárceleros sobre días, horas y duración de esas entrevistas. No estan previstas por tanto…
Siempre según las defensas, la instrucción judicial de los ciento treinta y cinco casos se ha llevado a cabo como si de uno solo se tratase. No se han estudiado los casos de uno en uno, investigando la responsabilidad en la que pudieran haber incurrido cada detenido, y, al parecer, todos van a ser acusados de los mismos «delitos»…
Los juzgados de Mongomo, a los que se atribuye la competencia de todo este sumario, tampoco han distinguido sobre la condición de los detenidos. «Parecen no haber advertido que hay entre ellos algún electo».
Todo indica que nos encontramos ante otro de los «grandes procesos», carentes por completo de garantias, a los que tan aficionado es el régimen guineoecuatoriano.
