Antonio Manuel Carrasco González, experto en Guinea Ecuatorial. / E. C.
El escritor presenta mañana con el Aula de Cultura de EL COMERCIO en el Ateneo Jovellanos un libro en el que analiza la historia de esta colonia
Antonio Carrasco nos adentra en nuestro particular corazón de las tinieblas, Guinea Ecuatorial. Un territorio poco transitado en nuestra Historia y que él aborda no solo desde el punto de vista de los hechos, sino también de la legislación que se fue tejiendo en el corazón de África. Los choques iniciales con los portugueses, osados exploradores, los enfrentamientos con los pobladores y con otras potencias coloniales, la ley, que se intenta imponer en medio de la selva y la enfermedad y las zonas pantanosas. Una aventura española tan apasionante como desconocida que mañana será el centro del debate en el Ateneo Jovellanos (19 horas), donde presenta, de la mano del Aula de Cultura de EL COMERCIO, el libro ‘Guinea Ecuatorial. Historia de la colonización española’.
-1777: España hace un cambalache con Portugal y adquiere los territorios del Golfo de Guinea. Parece que no sabíamos bien lo que nos daban, pero seguro que usted puede ser más específico.
-España tenía, desde el XVII, un conflicto grave con Portugal por los territorios del Río de la Plata. Una disputa de posesiones y fronteras que abarcaba regiones de lo que hoy son Argentina, Uruguay, Paraguay y Brasil. Era una guerra permanente, de no mucha intensidad, pero gravosa. No había seguridad en los dominios. En 1777 se solucionó por la vía diplomática y para siempre. Brasil cedió los territorios de la Colonia del Sacramento (hoy Colonia en Uruguay) y algunos lugares más y recibió la isla de Santa Catalina (tomada por España en la guerra) y zonas del sur de Brasil. Además, Portugal concedió a España, para compensar, las islas de Fernando Poo y Annobón y el derecho a comerciar en exclusiva con las costas opuestas. España llegaba a África, excluida de su acción por el Tratado de Tordesillas. Pero nadie sabía nada de aquellas posesiones portuguesas que, se descubrió después, estaban sin dominio portugués.
-Es fascinante que el territorio africano se dirija desde el Río de la Plata.
-La verdad es que es fascinante. El Rey mandó que se tomara posesión desde el recién creado Virreinato del Río de la Plata. Era a consecuencia de haber pactado la paz. Se envió una expedición que partió desde Montevideo y quedaron configuradas como una gobernación de aquel virreinato. Se llevó el sistema de Indias a África y se extendieron las Leyes de Indias a esas dos islas.
-En 1778 hay un proceso de triple transición: fin del Antiguo Régimen, Edad Moderna y Sistema Estamental.
-Sí. Y es importante por lo que respecta a la personalidad de las leyes. Las personas tenían un estatuto jurídico según su estamento social y su lugar de origen. Podían convivir personas que se regían por normas distintas. Cuando se adquirió Guinea, los guineanos tenían su propio estatuto, pero eso no significaba gran diferencia. Se asimilaban a los indios libres de América. Cuando llega el Estado nación y la igualdad de nacionales, a los indígenas no se les consideraba nacionales. El indigenato era una categoría. Los españoles pasaban a ser iguales ante la ley, pero los colonizados eran una categoría jurídica distinta. Se volvía a diferenciar entre ciudadano y súbdito.
-¿Cómo podemos resumir la mentalidad colonial de la época y cuál es el modelo que adoptan los españoles?
-El modelo francés es el de asimilación. Introducir poco a poco al colonizado en el modo de vida francés. Civilizarlo, en terminología de la época. El español seguía ese camino. Pero se vio que era imposible y, además, inútil. Había que dejar al africano un amplio margen de cultura y tradición propia; respetar maneras de vivir y estructuras de autoridad. Se ponían unos límites de orden público que no eran iguales a los metropolitanos. Se toleraba, por ejemplo, la poligamia, y la esclavitud tradicional, aunque se trataba de erradicar. Con esto se llegaba a una conclusión similar a la de los británicos del ‘dual mandate’ o ‘indirect rule’. Los colonos eran muy pocos y los colonizados muchos, por lo que trataban de controlar el ejército y solían poner como jefes locales a los que estaban más a favor de la colonización, generalmente por estar bien pagados.
-¿Cuál es la causa del fracaso de la colonización de Guinea?
-Yo no hablaría de fracaso. Fue una colonización modesta, de poca actividad. Se desarrolló un modelo de pequeños plantadores y pequeños empresarios, salvo alguna compañía maderera. Ni costó mucho, ni se obtuvo mucho. Quizás la convivencia fue mejor que en otras colonias africanas y se dejó algo de cultura hispánica: la lengua y el derecho.
-¿Cuáles eran las tribus que nos encontramos en África?
-Fundamentalmente, hay dos etnias mayoritarias: Bubis en la isla y Fang en el continente. Hay otros pueblos con muy pocos miembros en la franja costera continental, los Ndowés. Estos últimos muy mezclados ya y con algunos grupos desaparecidos o casi. Los españoles los llamaban playeros.
-¿Qué son los Krumanes?
-Era liberianos procedentes de Kru y los llamaban krumanes usando una terminología inglesa. Eran los trabajadores de las fincas y de las casas. Eran fuertes y trabajaban bien. Llegaron a Guinea tras un convenio laboral con el Gobierno de Liberia. Al principio hubo incidentes por malos tratos y exceso de trabajo.
-¿Cómo fue el final de la Colonia, en 1968?
-España concedió la provincialización a Fernando Poo y Río Muni en 1958. Después, un régimen de autonomía en 1963. Se organizó un referéndum de independencia que se desarrolló con limpieza y unas elecciones presidenciales sin trampa. Insólito cuando en la España de Franco los españoles no podían votar. Salió elegido el peor candidato, bien financiado y asesorado por algunos españoles interesados en las riquezas del pequeño nuevo país. Degeneró en una dictadura cruel que llevó al país a la miseria.
-Tengo entendido que usted ha trabajado mucho en Asturias. ¿Cuál es su relación con el Principado?
-Durante tres años, a finales de los años ochenta del siglo pasado, fui jefe local de Tráfico de la DGT en Gijón.
«La convivencia en Guinea Ecuatorial fue mejor que en otras colonias africanas» | El Comercio