Golpe desbaratado en Guinea Ecuatorial: investigación sobre los entresijos de la «operación Obiang». Jules Crétois, Madjiasra Nako, Mathieu Olivier, Michael Pauron y Vincent Duhem. Jeune Afrique

Podría ser una tempestad en un vaso de agua pero los Estados de África Central – ya debilitados economicamente por la caída de los precios del oro negro, del que dependen los presupuestos de la mayoría de ellos – no necesitaban una situación de este tipo. El  intento de golpe de Estado que parece haber sido desbaratado  en Navidad, y cuyo objetivo era con toda evidencia al presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, ha sido como echar gasolina al fuego.

 Implicando a cameruneses, centroafricanos, chadianos y guineoecuatorianos,  este golpe fallido – o «acto de terrorismo», como la diplomacia ecuatoguineana ha intentado rebautizar hoy lo sucedido –  ha movilizado a jefes de Estado y responsables de seguridad de toda la región e incluso de Naciones Unidas, que ha enviado a Malabo el 8 de enero a su enviado especial para Africa Central, el guineano François Louncény Fall.

Muchos de ellos se han desplazado hasta Malabo para apoyar a su veterano dirigente, que, con 75 años, lleva en el poder más de treinta y ocho.

Cuando escribimos estas líneas, las detenciones continúan por todo el país : extranjeros, miembros de la oposición, personas cercanas aala «jefe»… El golpe de Navidad ha reavivado la fibra xenófoba, y la tesis de complot urdido en el interior con el apoyo de potencias extranjeras – régionales e internacionales.

Para el ex-mercenario británico Simon Mann, autor del célebre Wonga Coup de 2004 – este golpe abortado contra, Obiang Nguema –, es una operación « mediocre » conducida por un mando muy poco capaz.

¿Quienes son? ¿Por cuenta de quien han actuado? ¿Qué consecuencias diplomáticas tendría? Jeune Afrique ha investigado de Malabo a Yamena, pasando por Bangui, Yaundé, Paris, Madrid y Londres.


Desde las montañas de Güera a los bosques ecuatoriales

El «golpe de Navidad»  abortado en Mongomo echa sus raíces a más de 2 000 kms de los bosques ecuatoriales, al pié de los montes chadianos de Güera. Esta región, que limita al norte con el desierto y llega por el sur hasta  las comarcas que ya verdean de la República Centroafricana, es el territorio de los hadjerais, de la que procede el antiguo comandante chadiano Mahamat Kodo Bani.

En esta zona este autodenominado general ha reclutado, desde septiembre de 2017, a decenas de hombres, buena parte de los cuales se pudren hoy en una prision militar camerunesa. Ha contado con el apoyo de un personaje llamado Haroun Bata, detendio a principios de diciembre que continua encarcelado en los locales de los servicios generales de información chadianos. Sus mercenarios han cobrado 500 000 francos CFA (762 euros) en el momento de salir de Kousséri, ciudad camerunes junto al rio Chari, frente a Yamena.

Un ataque premeditado

En el mismo momento, a 1 500 km más al sur, se jugaba otra partida.  En la capital centroafricana, Bangui, un emisario de Hamed « Dada » Yalo convence a algunos mercenarios locales para que se unan al contingente chadiano.

Formado en la escuela de oficiales de Chad, el hermano menor del hombre de negocios Sani Yalo (persona próxima al antiguo presidente François Bozizé y al actual jefe del Estado centroafricano, Faustin-Archange Touadéra) llegó a la ciudad camerunesa de Duala probablemente a principios de diciembre.

Procedente de París, donde ha vivido varios años, se encuentra con un antiguo sargento del ejército guineoecuatoriano exilado en Estados Unidos, Laban Obama Abesso, que ha aterrizado en el aeropuerto de la capital económica camerunesa el 2 de diciembre.

Este militar, del que se ignora qué hacía en el país del Tio Sam, desertó del ejercito en 1983 tras haber participado en una revuelta contra Teodoro Obiang Nguema Mbasogo. Se situa de inmediato al duo en los alrededores de la ciudad fronteriza de Kyé-Ossi junto al contingente integrado por chadianos, centroafricanos, guineoecuatorianos y cameruneses.

Poco discreto en sus idas y venidas, la presencia del grupo es detectado por las autoridades locales, que informan a Yaundé. Se les somete a vigilancia.

Entrega de las armas

En este mismo periodo las armas llegan a Guinea Ecuatorial, al bosque que rodea las fronteras con Gabón y con Camerún, si creemos las declaraciones de los guineoecuatorianos interrogados en el marco de la investigación.  Según ellos, los «mercenarios» que utilizaban «teléfonos via satélite» han «llevado las armas en vehículos, seis u ocho, disimulados en el bosque».

Las bolsas con las armas se depositaron en una finca alquilada desde hacia varias semanas. La banda de Bani y Yalo parece estar entonces al completo, con sus relevos locales dispuestos a pasar a la acción. El palacio de Cohete, en Mongomo, en el que Teodoro Obiang Nguema Mbasogo se dispone a pasar las fiestas, está a poco más de una hora por carretera. Según fuentes guineoecuatorianas, el ataque está programado para el 28 de diciembre.

Una carga abortada

Pero el 23 de diciembre todo se acelera. Los servicios cameruneses, que parecen haber contrastado informaciones procedentes de la República Centroafricana, previenen a las autoridades guineoecuatorianas de que hombres infiltrados en su territorio preparaban una operación cuyo objetivo era el Jefe del Estado.

Durante dos días el ejército rastrea la región de Ebebiyín (ciudad que está frente a Kyé-Ossi) y de Mongomo. Realiza las primeras detenciónes y captura armamento. Advertido, Zé Bere Ekum (« la pantera que acecha », en fang) puede sentarse, sin embargo, a la mesa de Navidad.

Durante la noche del 27 al 28 de diciembre, a bordo de numerosos vehículos, pertrechado con lanzagranadas y ametralladoras (entre ellas una BE-827 china) y con municiones, el grupo de Kyé-Ossi se dirige hacia la frontera.  Se disponen a llegar a Ebebiyín cuando el ejército camerunés pone prematuramente fin a sus planes. Algunos de ellos consiguen huir, entre ellos Mahamat Kodo Bani, al que detienen dos días más tarde en Duala.

Numerosas detenciones

Se producen numerosas detenciones en Guinea Ecuatorial, en Malabo, Bata, Ebebiyín y Mongomo. Sus objetivos: en lo fundamental, guineoecuatorianos y chadianos.  El 30 de diciembre, Enrique Nsue Anguesomo, ambajador de Guinea Ecuatorial en Chad, es detenido en Ebebiyín, donde pasaba las fiestas con su familia, según su defensa. Problema:  ninguno de sus jefes había sido advertido, lo que alimenta las sospechas en Malabo.

El ejercito rodea también los locales del partido opositor Ciudadanos por la Innovación (CI), dirigido por  Gabriel Nse Obiang, antiguo coronel del ejército sospechoso durante un tiempo de estar implicado.

Como consecuencia de las gestiones del enviado especial de la ONU para Africa Central, François Louncény Fall, que se entrevista durante más de hora y media con le presidente Obiang Nguema el  8 de enero en Malabo, numerosos residentes chadianos (en su mayoría comerciantes) son puestos en libertad y acaba el asedio a los locales de CI.

¿Objetivo  Teodorín ?

No se saben todavía con certeza los objetivos del contingente armado. El ministro guineoecuatoriano de Asuntos Exteriores,  Agapito Mba Mokuy,  ha rechazado utilizar las expresión «golpe de Estado», prefiriendo hablar de «actos de terrorismo interncional». El presidente Obiang pasaba las fiestas en Mangomo en su palacio de Cohete, a una hora del lugar donde se preparaba la operación, lo que ha dado de inmediato credibilidad a la tesis de que él era el objetivo de la operación.

Otras fuentes añaden que la tentación dinástica del jefe del Estado, que, sin embargo, no ha afirmado oficialmente nunca su intención de traspasar – o no – las llaves del pais a su hijo Teodorin, no sería ajena a todo este asunto.

Eso explicaría la cólera de algunos jovenes leones del Partido Democrático de Guinea Ecuatorial (PDGE, en el poder). Su seccretario general,  Jerónimo Osa Osa Ecoro, se apresuró a publicar un comunicado de apoyo al presidente.

Una teoría que se ve reforzada por las acusaciones contra algunos miembros del partido, entre ellos el hijo del ministro del Interior,  Ruben Clemente Nguema, presidente de la Corte provincial de Bata, y la detención del embajador en Chad y antiguo secretario de Estado de la Seguridad Nacional, Enrique Nsue Anguesomo. Para el jefe del Estado, el proceso por los «bienes mal adquiridos» celebrado contra su hijo en Paris es otra prueba de que hay un complot urdido contra él.

Duro golpe para la Cemac

Por «abracadabrante» que pueda parecer – no es fácil ver que interés tendría el presidente chadiano en echar del poder a su «hermano» guineoecuatoriano –, Teodoro Obiang Nguema Mbasogo no da su brazo a torcer: Idriss Déby Itno es el máximo responsable de los indicentes de Navidad.

Acusa a su homólogo de haberle forzado a aceptar durante la cumbre extraordinaria de la CEMAC de finales de octubre de 2017, a ratificar el acuerdo sobre libre circulación de personas. Este acuerdo habría facilitado la llegada de los mercenarios, en su mayoría chadianos, al territorio guineoecuatoriano.

En consecuencia, Obiang Nguema ha cerrado las fronteras, poniendo fin, al menos de momento, a un acuerdo que había ido retrasando durante quince años. Obiang Nguema acusa a Chad y a la República Centroafricana de haber servido de retaguardia a sus enemigos.

« Operación desminado »

Resultado, a partir del 3 de enero, da comienzo la operación de limpieza de minas.  Yamena envia a Malabo a su ministro de Asuntos Exteriores, Mahamat Chérif Zène,  acompañado del responsable de la Agencia Nacional de Seguridad, Ahmed Kogri, y del director de información militar, el general Mahamat Ismaël Chaïbo.

El ministro promete toda la colaboración chadiana y se aparta por completo de su compatriota Mahamat Kodo Bani.

El  4 de enero, le toca a Lambert-Noël Matha, ministro gabonés de Interior, aterrizar en la capital ecuatoguineana para llevar « un mensaje de fraternidad y de amistad ».

Después, el 9 de enero, es Faustin-Archange Touadéra quien se presenta. El presidente centroafricano está -y es un eufemismo – profundamente avergonzado. Par él, Malabo es un alidado financiero y militar que participa en la formación de su ejército. Touadéra intenta calmar a su «hemano mayor» que quiere la cabeza de la familia  Yalopróxima a él y uno de cuyos miembros forma parte del contingente de Kyé-Ossi detenido en Camerun.

Intenta que le reciban en Yaundé, para reunirse con Paul Biya. Pero el camerunes, de visita a su feudo de Mvomeka’a, no está disponible.  No parece [Paul Biya] seguir el dossier y tampoco parece haber responsables gubernamentales dispuestos a sugerirselo. No se ha enviado ningún emisario a Malabo, mientras la extradición se negocia en los pasillos.

« Estoy a favor de la libre circulación, pero es impensable aplicarla hoy, teniendo en cuenta el número de actos terroristas que se producen en la región», declaraba  Teodoro Obiang Nguema Mbasogo en nuestras columnas en abril de  2016. La Historia, puede estar seguro, le ha dado la razón.

http://www.jeuneafrique.com/mag/509816/politique/putsch-dejoue-en-guinee-equatoriale-enquete-sur-les-dessous-de-l-operation-obiang-nguema/