Lo que va del dicho al hecho en la lucha contra el coronavirus en Guinea Ecuatorial. Corresponsal Bioko

Esta mañana hemos publicado la nota oficial del gobierno guineoecuatoriano sobre las medidas que dice tomar contra los posibles progresos del coronavirus dentro del país. Nos ha parecido que su lectura revelaba algunas de las características permanentes del «modo de hacer» [quizás fuese mejor decir, del «modo de no hacer»] del régimen. A primera hora de la tarde hemos recibido la nota que sigue de uno de nuestros corresponsales:

«Ante situaciones como esta del coronavirus se hacen muy evidentes los modos de actúar del régimen de Obiang. Se notan mucho y se notarán más conforme avancen los días si aumenta la enfermedad. En Guinea nada es autentico. Nada es lo que parece. Hacen lo que creen que deben hacer para aparentar lo que en realidad no son, lo que están muy lejos de ser.

Intentan calcar lo que han hecho otros, teniendo siempre como fondo sus intereses malévolos. Si en Estados Unidos prohíben los vuelos ellos lo copian, pero dejando un vuelo semanal por compañía, lo que convierte en inútil y quita cualquier interés a la medida.

Obiang no puede suprimir todos los vuelos porque la producción petrolera quebraría.

Si otros países africanos ponen en cuarentena a los llegados de Europa,  ellos hacen lo mismo. Esta mañana he sabido que hay gente en cuarentena en Malabo sólo por llegar de España. Hacen todo “a la guineana”. Me dicen que no les han dejado recoger sus equipajes y los han llevado a un sitio peor que una cárcel. No les ha atendido nadie, ni les han dado explicaciones, están en un cuarto que parece sacado de una película de terror, con las paredes llenas de manchas, todo lleno de polvo… y con militares armados hasta los dientes. Y todo por llegar de España… sin más.

Si la enfermedad empeora puede pasar de todo. Hasta donde yo sé, no tenemos la capacidad tecnológica para identificar al virus.

Ni recursos humanos lo suficientemente instruidos para organizar una respuesta racional y adecuada a la situación.

Si la gente empieza a enfermar serán los curanderos y los pastores de las sectas los que vean los primeros casos, sin duda alguna. Para cuando nos demos cuenta, estaremos todos contaminados…»