La candidatura de Obiang a las elecciones presidenciales nunca ha contado con el apoyo de nueve partidos de la oposición democrática.

La página del gobierno/PDGE lleva anunciando hace días que la candidatura del dictador cuenta con el apoyo de nueve partidos de la «oposición democrática».  Falta una vez más a la verdad.

 

Si miramos las noticias del día 20 de marzo, encontramos la relación de estos nueve partidos [http://www.guineaecuatorialpress.com/noticia.php?id=7556#]: «Convención Liberal Democrática (CLD); Convergencia Social Democrática y Popular (CSDP); Alianza Demócrata Progresista (ADP); Unión Popular (UP); Partido Socialista de Guinea Ecuatorial (PSGE); Unión Democrática Social (UDS); Unión Democrática Nacional (UDENA); Partido Liberal (PL); Partido Social Demócrata (PSD) y el Partido Socialista de Guinea Ecuatorial (PSGE)».  Aparentemente son 10 pero es que el Partido Socialista de Guinea Ecuatorial figura dos veces. Son nueve formaciones.  Ninguna de estas formaciones tiene vida democrática, en realidad, ninguna de ellas tiene vida. No existen. Todas ellas tienen más letras  en sus siglas que militantes en su organización. Sabemos que les irrita pero hay que decirlo una vez más: los militantes de todas ellas viajarían holgadamente en un taxi.

 

Estos nueve partidos (y alguno más que no figuran esta vez entre ellos) son el resultado de la operación del «multipartidismo» que Obiang copió hace muchos años a uno de sus grandes maestros: Mobutu Sese Seko, que asoló la república de Zaire entre 1965 y 1997. Mobutu arruinó a su país y es el modelo de la cleptocracia: trasladó una buena parte de las riquezas del Zaire a  cuentas corrientes a su nombre en Suiza.  Mobutu inventó algunas de las características que durante años han arrastrado las dictaduras africanas, la «autenticidad» y una determinada versión del multipartidismo.  De la «autenticidad» ha sacado Obiang su empeño por parercer «panafricanista» y respecto al «multipartidismo», Mobutu favoreció (y financió) la aparición de supuestos partidos partidos políticos disidentes con los que intentaba ocultar la pervivencia durante años de su régimen dictatorial, un régimen, en realidad, de «partido único».  Los partidos que ahora presenta Obiang como integrantes de la «oposición democrática» vienen acompañando desde hace décadas al dictador y al PDGE en operaciones de marketing político destinadas a disimular el caracter dictatorial del régimen guineoecuatoriano.  Son partidos con los que Obiang no comparte el poder y tampoco las inmensas ganacias resultado de la explotación de los recursos naturales del país,  pero a los que destina algunas de las migajas que se caen de su mesa a cambio de que le ayuden a tapar algunas de sus desnudeces políticas…

 

La pretensión de hacer aparecer a los «partidos acólitos» como oposición democrática y a los partidos de la verdadera oposición democrática como «oposición radical», es una de las más antiguas de la propaganda de la dictadura de Obiang.  Para difundir esta patrañas contó durante años con la impagable colaboración de la agencia de prensa española EFE. Era, y es,  una operación destinada a la opinión pública de fuera de Guinea Ecuatorial.  La opinión pública guineana está suficientemente vacunada contra estos embustes.