Fulgencio Obiang Esono, prisionero del régimen guineoecuatoriano por supuesto intento de golpe de Estado. ilgiornalepopolare.it

PISA – Había salido de su casa para buscar trabajo en su país. Fue arrestado y sentenciado a 60 años de dura prisión. Sigue encarcelado en Bioko, una isla en la que reside la capital Malabo, en Guinea Ecuatorial, porque se le ha acusado de participar en un intento de golpe de Estado en 2017. Estas son las únicas noticias de Fulgencio Obiang Esono, 45 años, ingeniero ecuatoguineano de nacionalidad italiana, que desapareció el 18 de septiembre de 2018 de su residencia en Pisa. Había llegado  a Italia en 1988 buscando oportunidades con una gran voluntad  de estudiar y salir adelante  en un país que amaba profundamente. En 2003 Esono se graduó con honores en ingeniería civil, pero tras sus estudios no pudo encontrar un trabajo estable aunque lo había buscado por todas partes, incluso entre sus amigos en Lomé, la capital de Togo, adonde habría volado desde Italia y donde se le perdió la pista.

Fulgencio Obiang Esono, una foto durante su candidatura al ayuntamiento de Pisa en 2018.

Una cosa es cierta: el profesional habría tenido más posibilidades de encontrar un trabajo en Italia que en África. La última persona con la que habría hablado Esono por teléfono habría sido su hermana:

«…Me dijo que había llegado al aeropuerto de Lomé», informó Maria Clara Esono, de 40 años, también residente en Pisa, «con un mensaje de voz me dijo que todo había ido bien, incluido el vuelo. Me comunicó que le oiría desde allí en unas horas, y luego nada más. Desapareció en el aire y tememos por su seguridad…».

La hermana María Clara Esono. Otra hermana, residente en Malabo, habría sido encarcelada por represalias tras la intervención de las autoridades diplomáticas italianas

Se había proclamado siempre enemigo de Teodoro Obiang Nguema Mbasogo, dictador de Guinea Ecuatorial que lo hizo arrestar mediante una operación militar una vez que puso pie en Togo. Una vez  capturado, sería transferido a la prisión de Black Beach, donde 5 empresarios italianos habían estado  detenidos por diversas razones que  recuerdan  a las detenciones irregulares a la busqueda de  rescate. Para corroborar la hipótesis del secuestro del ingeniero, muy conocido en Pisa por su actividad política y en el sector del voluntariado, dos testimonios importantes: la publicación africana, Radio Macuto, opositora al régimen de Mbasogo y  un testigo, Fabio Galassi, de 66 años, un empresario romano que, junto con su hijo Filippo, de 29 años, habría estado detenido en la misma prisión en la que se encuentra Osono.

El dictador Teodoro Obiang Nguema Mbasogo

Ellos dos habrían cumplido tres años de prisión por supuestos delitos fiscales y  serían liberados por razones de salud:

«… es una prisión terrible donde los prisioneros son tratados como animales – dice  Galassi padre- las malas condiciones, la mala higiene y las raciones de comida no te permiten vivir mucho tiempo. No sé cómo está ahora. En Guinea, cada cinco o seis años se liberan muchos prisioneros. Un tipo de perdón que no se aplica a los convictos para los que haya unas pruebas minimas. Es una de las pocas esperanzas que hay de que Fulgencio sea liberado, pero si el gobierno y los jueces tienen alguna evidencia de los cargos de los que se le acusa me temo que no hay esperanza de que escape de esa alucinante detención en la que puede estar paleando excrementos y recibiendo una paliza…».

Los dos empresarios romanos tras ser liberados: Fabio Galassi, de 66 años, empresario romano junto con su hijo Filippo de 29 años

Sin embargo, en 2017 Osono estaba en Italia, por lo que no está claro cómo pudo participar o, peor aún, organizar el intento de golpe contra el dictador africano que sigue en el poder desde el 3 de agosto de 1979: «… El juicio contra Fulgencio Obiang Esono está más allá de cualquier estándar internacional – ha manifestado la abogada Corrada Giammarinaro, que defiende a Osono de Italia con su colega Ponciano Nbomio Nvò por Amnistía Internacional – la confesión fue extraída bajo tortura y sin la presencia de un abogado defensor. Han buscado y conseguido la condena. A pesar de las peticiones del cónsul italiano, hasta ahora no ha sido posible visitar a Fulgencio…«. Tampoco ha servido la intervención de Emanuela Del Re, Viceministra de Asuntos Exteriores (italiana), que ha pedido a las autoridades africanas que respondieran a las peticiones diplomáticas.

El abogado Ponciano Mbomio Nvé por Amnistía Internacional