El empresario portugués Nuno Pimentel, que afirma estar «secuestrado» desde el 09 en una comisaría de Guinea Ecuatorial, presentó hoy una denuncia ante la Fiscalía General contra la justicia, la policía y un alto cargo de la administración ecuatoguineana.
La denuncia subraya la actuación «sorpresiva e inexplicable» de un juez del Tribunal de Primera Instancia e Instrucción de Luba -localidad donde Pimentel está detenido en una comisaría, sin cargos- hace 19 días –, que, en el primer momento en que recibió información de la «detención ilegal» del empresario, el pasado día 15, no dio orden para su liberación «inmediata», según el documento entregado hoy a la Procuraduría General de la República (PGR), a la que Lusa tuvo acceso.
La decisión del juez, según el mismo texto, muestra que el magistrado tomó una decisión «influenciada por un agente o factor interno o externo», en una «clara violación del principio de independencia judicial de jueces y magistrados».
El caso involucra al Director General de Obras Públicas ecuatoguineano, Justino Nchama Ondo, sobrino del Presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang Nguema, quien el 09 «secuestró» al empresario portugués, con el apoyo de dos hombres, en un hotel de Malabo, según el texto de una denuncia anterior de Nuno Pimentel ante el Tribunal de Primera Instancia y la Instrucción de Luba el pasado día 23, consultado por Lusa.
En esta denuncia Pimentel denuncia que fue «torturado», habiéndose infligido «heridas graves», y llevado a Luba, una ciudad a unos 50 kilómetros de la capital, donde fue dejado en la principal comisaría local.
El empresario presentó pruebas médicas de las agresiones a las que fue sometido, comprobadas por un médico del Hospital Jorge Gori de Luba, Igénia Foro Bosaho, así como fotografías de contusiones extensas en la espalda y los muslos, a las que también tuvo acceso Lusa.
Nuno Pimentel solicitó en esta denuncia al tribunal de Luba el «arresto y enjuiciamiento de los presuntos culpables de los delitos» descritos en el artículo judicial: Justino Nchama Ondo, Felipe Esono Owondo y Roberto Nve, y también el comisionado que dirige la principal estación de policía de Luba, donde todavía se encuentra el empresario portugués.
En una primera petición a la PGR, presentada el día 21 y no atendida hasta el momento, Pimentel pidió a la entidad que ordene su «liberación inmediata», dado que el propio tribunal luba reconoció su detención en la comisaría local por una disputa judicial del foro civil con Justino Nchama Ondo, que se desarrolla en un juzgado de Primera Instancia de Malabo.
Según la Asociación Internacional contra la Corrupción (IAAC), el empresario portugués está siendo sometido a «actos de tortura» por «negarse a ceder a las solicitudes de corrupción y al pago de impuestos revolucionarios» por parte de altos funcionarios de la administración ecuatoguineana.
La organización no gubernamental anticorrupción (ONG) con sede en París está presidida por Joaquinito Maria Alogo de Obono, nieto del presidente guineano Teodoro Obiang Nguema Mbasogo.
Según Alogo de Obono, abogado especializado en derecho internacional y profesor de la Universidad de París X, que denunció el caso en declaraciones a Lusa, Nuno Pimental está siendo «extorsionado» en un «clásico y conocido caso de corrupción» en Guinea Ecuatorial.
La vida de Nuno Pimentel en Guinea Ecuatorial comenzó a complicarse, según el nieto de Teodoro Obiang -que expuso el caso ante varias instituciones internacionales y organismos diplomáticos- cuando a finales de 2021 intentó adquirir un barco entregado al desguace por el Estado guineano.
Nuno Pimentel firmó contratos sucesivos entre septiembre y diciembre de 2021, desde el contrato de promesa de compra y venta, hasta la compra real, con comprobante de pago reconocido y actas de entrega del barco, con el Ministerio de Transporte ecuatoguineano, en la persona del titular de la cartera, Rufino Ovono Ondo Engonga, la compra de un barco por 350 millones de francos CFA (unos 534 mil euros), según varios documentos a los que Lusa tuvo acceso.
Un mes después, a finales de enero de este año, el ministro evocó «irregularidades» en compañía del empresario portugués, Tropikal Services, S.L., y exigió otros 150 millones de francos cfa (unos 229.000 euros) como condición para liberar el barco.
Nuno Pimentel no sólo se negó a pagar, sino que se quejó del procedimiento ante la Presidencia del país, que en una carta enviada a su miembro del Gobierno el 27 de enero, le pedía que «suspendiera la denuncia contra Tropikal Services S.L. exigiendo un contrato ‘post’ adicional de 150 millones de francos CFA», por «es un procedimiento ilegal y contrario a las normas legales vigentes».
Siguiendo esta instrucción de la Presidencia del país, Rufino Ovono Ondo Engonga denunció el contrato con Nuno Pimentel y vendió el barco a un inversor nigeriano, según el empresario portugués, que desde entonces ha reclamado sin éxito la devolución de los 350 millones de francos CFA depositados en el Tesoro del Estado en diciembre de 2021. la institución emitió el 15 de julio de este año.
La carta dirigida a Teodoro Obiang «fue el mayor error» de Nuno Pimentel, en opinión del presidente de la IAAC. Desde entonces, el empresario ha sido golpeado y detenido varias veces, incluso en una de las prisiones con peor rendimiento del mundo, conocida como ‘Playa Negra’, en Malabo.
«Este es un caso clásico y bien conocido en Guinea Ecuatorial. Nuno es un hombre de negocios que compró un barco por 350 millones de francos CFA, el barco nunca le fue entregado, y solo lo habría sido si hubiera entregado guantes de 150 millones de francos CFA», explicó a Lusa Alogo de Obono.
«Como Nuno se negó y amenazó con quejarse ante la CPLP [Comunidad de Países de Lengua Portuguesa] de un trato al que estaba siendo sometido, a saber, un caso de corrupción, fue secuestrado, torturado, puesto bajo detención en ‘Black Beach’, mañana tras noche lo llevan de una estación de policía a otra para torturarlo y mentalizarlo. Añadido.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Portugal reiteró hoy a Lusa las declaraciones anteriores del Ministro João Gomes Cravinho la semana pasada, según las cuales el Gobierno portugués está «monitoreando esta situación con toda la intensidad que merece», sin agregar otra información.
«Sabemos perfectamente que Guinea Ecuatorial es un país que tiene grandes desafíos para el estado de derecho. Hay lagunas en el estado de derecho en Guinea Ecuatorial y esa es una razón más para que la diplomacia esté activa como está», agregó Cravinho el viernes pasado.
